
Como apasionado del arte, he cultivado distintos campos hasta la fecha.
El más destacado sería el de la música, en el que llevo trabajando más de veinte años, desde aquel lejano año 2003 en el que subí por primera vez a un escenario.
Desde entonces no he dejado de aprender y mejorar mi forma de tocar la guitarra, así como de hacer canciones, arreglarlas, producirlas y grabarlas, ya fuera para mis proyectos o para los de otros. Para eso creé Cosmo’s Records, mi base de operaciones, en la que se han cocinado numerosos trabajos discográficos.
Fue en el año 2016 cuando me subí a la cápsula Soyuz que vio nacer a The Gagarins, un nombre que sirve de homenaje para un héroe de carne y hueso, cuya hazaña bien podría considerarse ciencia ficción en el momento de realizarse.
Desde entonces he grabado tres discos de estudio y un directo, pero sobre todo he recorrido el país llevando la música surf a ciudades y festivales en los que soñaba aparecer de niño.
No solo he dedicado mi tiempo al mundo de la música.
En 2012, participé como productor y sonidista en el primer trabajo de Rosebud, una pequeña productora que formamos un grupo de amigos a los que nos apasionaba el cine. Llevaba por título “Mis capacidades”.
Después vendría el cortometraje de “Mivida”, en el año 2016, en el que repetí como productor y me encargué de la banda sonora. El mayor éxito cosechado con Rosebud vendría con “El primer día”, del año 2018, y del que fui productor. Con ese cortometraje ganaríamos varios premios en festivales especializados.
Y las letras. Como gran aficionado a las aventuras, desde niño me apasionaron las grandes novelas del género. Por ese motivo me propuse adentrarme en este mundo creando mis propias aventuras, con una óptica más propia del siglo XXI. Historias de exploradores en el siglo XVI, western ambientados en el siglo XIX, o historias de ciencia ficción que giran en torno a distopías, me sirven de escenario para desarrollar mis historias.
Mi pasión por el western, un género que no vive su momento más álgido actualmente, se puede ver reflejado en el disco “Por un puñado de rublos”, de The Gagarins, del año 2018, así como en mi novela Redstone. Más allá de modas pasajeras, se trata de aventuras atemporales que espero que puedan disfrutar los lectores.