Mi nombre es Ernesto Ignacio Cáceres.
Tengo 52 años y escribo desde los 12, cuando, gracias a mi curiosidad, me topé con un cuento del genial escritor Ray Bradbury, Calidoscopio. Me dije a mi mismo «Quiero escribir algo así, una historia que te sacuda la cabeza».
Desde entonces, trato de descubrir los secretos de este oficio del que me siento un eterno aprendiz.
Escribí cuentos fantásticos, poemas, novelas cortas de tipo thriller. Publiqué en ediciones comunitarias.
Allá por el año 2013, logré publicar con una editorial de mi ciudad un poemario Versos sencillos y unos años después mi primera novela de ciencia ficción El Planeta de la perdición.
Nunca olvidaré una publicidad en una revista de los años 70 de la última novela, por ese entonces del escritor de Tiburón, Peter Benchley, que decía: «Les advertí que con mi última novela Isla los atraparía…»
Soy un escritor independiente que desde hace unos años busco crear «esa historia» que, más que conquistar la fama o el éxito, cautive a un lector como hace miles o millones de años, lo hizo un anónimo cazador cavernícola al regresar a su cueva comunitaria. Aquel hombre, cansado de la rutina, decidió que contaría la historia que se le había ocurrido de manera diferente y así nació el primer relato de ficción y tal vez el folletín, porque sus compañeros de cueva debieron pedirle que les relatara nuevas historias los días que siguieron.
Si algún día logro cautivar, aunque sea a un solo lector o lectora, como antaño lo hicieron los grandes maestros, los Dumas, Verne, Cervantes, cuyas sendas seguimos, me sentiré satisfecho.
Por ahora, escribo novelas de aventuras, aunque tengo serios planes para adentrarme en otros géneros, pero como decía Robert E. Howard: «Eso es… otra historia».